Una de las miles de cosas que más me preocupaba sobre el tratamiento de mi hijo era la medicina. Como mi hijo apenas tenía 5 años cuando me lo diagnosticaron, entonces era difícil para el entender que necesitaba tomar medicina todos los días para poder erradicar y prevenir el cáncer con el que estaba peleando sin darse cuenta. El hecho de que la medicina sabia a rayos también no ayudaba nada.
En el hospital me dejaron entender de que era de mucha importancia que se tomara la medicina toda y a tiempo. Cunado estábamos en el hospital, las enfermeras me ayudaban a convencerlo a tomarse la medicina que le tocaba con premios y regalos. Cuando llegamos a casa era otra cosa. Saliendo del hospital mi hijito pensaba que ya todo estaba bien. Cuando le dije que tenía que seguir tomando medicina no le gusto ni tantito. El primer día no fue nada fácil, especialmente emocionalmente. Me imagino que mucho/as de ustedes entienden de lo que hablo, entonces no entraré en detalle.
Esa primera noche de regreso en casa se me ocurrió una idea para que mi hijo aceptara esa horrible pero necesaria medicina. Decidí que iba a polvorizar la medicina y mezclarla con algún líquido que sepa a dulce. Antes de hacer esto le llamé al la doctora encargada del caso de mi hijo para consultarlo. El enfermero encargado del caso de mijo me dejo saber que con que yo este 100% segura de que se tomara TODA la medicina entonces está bien con ellos que haga esto. Me advirtió que porque es una medicina tóxica, entonces que tomara prevención de no respirar nada del polvo y de no tocarlo. No voy a mentir esto si me asusto, pero no tanto como no seguir adelante.
A primero traté de cortar las pastillas y molerlas con unas de esas cositas que venden en la farmacia. Pero no se empolvaban tanto, ni tan fácil. Decidí qué molerlas en un molcajete de cero inoxidable podría ser más fácil. Ordene uno en Amazon y también muchas jeringas médicas sin agujas para poder darle el jarabe que me invente cada vez con una jeringa nueva. Las jeringas las agarre de 20 ml para que cupiera suficiente jarabe dulce con medicina para que no le supiera a rayos a mi hijo y la tomara sin peros y a tiempo.


El jarabe era una parte almíbar de fresa y poca agua filtrada. Trate diferentes jarabes para atinarle a lo que más le gustaba a mijo. Cada vez siempre asegurándome que no quedara ni una huella de polvo de medicina. A veces esto quería decir que tenía que tomarse dos jeringas hasta que agarre el ritmo de hacer esto.
Después de unas semanas de establecer el jarabe perfecto para mijo, lo pre mezcle y lo eche en un jarrito que ponía en el refrigerador y nunca dejar que el jarabe pasara de una semana de hecho. El molcajete lo tienes que limpiar cada vez bien, usar una nueva jeringa, cada dosis de medicina. Las jeringas las ordenaba en Amazon por cajas de 50, que es lo más grande que vendían. Cada jeringa venía sellada individualmente.
Lo más importante de esto es que averigüen que sabor es más tolerable para sus hijos/as para que tomen la medicina sin muchos problemas. Y también la limpieza y empezar hacer la jeringa con medicina justo cuando toca darle la medicina. También no se olviden de siempre usar guantes desechables cada vez que polvorizan las pastillas.
Espero les ayude este truco para que se puedan tomar las pastillas diarias de chemo que les toque en diferentes tiempos del tratamiento. No es fácil ver a una de las personas más especiales en tu vida tener que pasar por todo esto, pero si uno puede hacerles el viaje menos difícil y feo pienso que vale la pena tomar este tiempo extra de nuestro propio tiempo para hacer esto. También hacerles un calendario y rutina del tiempo de cuando tomar las medicinas ayudara a hacerlos sentir que tiene control de algo en sus vidas. Mentalmente le ayudo mucho mi hijo.